Queridos  Reyes magos, aunque no lo creáis y a pesar de mi edad todavía creo en vosotros, porque la esperanza y la ilusión es lo último que una persona, independientemente de su edad, puede perder.

 

Hemos empezado un nuevo año, tenemos por delante 365 días nuevos, a estrenar, uno a uno. Son 365 oportunidades de hacer algo diferente,  algo que sirva para cambiar, o al menos intentarlo, todas aquellas situaciones que generan injusticia social y que sin embargo la mayoría de los ciudadanos asumen con naturalidad e indiferencia.

 

Y con la ilusión de lo nuevo y con los zapatos muy limpios os escribo mi carta de Reyes.

 

Querido Melchor, a ti que regalaste oro, te pido casi lo mismo, te pido recursos económicos para que la Ley de Autonomía Personal y Dependencia sea una plena realidad en 2017. Te pido recursos para el Tercer Sector, para que cada día estrenen proyectos  destinados a todas aquellas personas que están, o pueden estar, excluidos socialmente. Y por cierto ya podías echar una mano para que la recaudación de la X solidaria de este año sea histórica y los proyectos que se realizan con la recaudación lleguen a todos los rincones de España de mano de las organizaciones sociales.

 

Baltasar, tu regalaste incienso y yo quiero lo mismo. El incienso se empleaba para rendir culto a los Dioses. Lo quiero para rendir culto a más de cuatro millones de personas con discapacidad en nuestro país, rendir culto a miles y miles de voluntarios que practican cada día la solidaridad, rendir culto a todos aquellos que trabajan en las cientos de organizaciones sociales que conforman una red poderosa, protectora  y resistente, rendir culto a miles de padres que luchan por los derechos de sus hijos, derecho a la educación inclusiva, derecho al voto, y cientos de derechos que se niegan sistemáticamente  a miles de personas.

 

Y ahora me toca pedirte a ti Baltasar. Tú regalaste mirra y la mirra se utilizaba como anestésico, normalmente mezclada con vino. Por eso yo te voy a pedir que me traigas mirra, y mucha, porque tiene que servirme para anestesiar la incomprensión de una parte de la clase política ante las demandas sociales, la falta de empatía, la falta de reflexión, que conduce a una parte importante de la sociedad a dejarse llevar por los discursos emocionales y no por los hechos objetivos. Podía seguir pero tú que eres mago ya sabes el resto. Por eso necesito mucha mirra. Y como eres negro, tengo que pedirte, también, que eches una mano para que la palabra “diversidad” deje de ser una palabra bonita de salón y de discursos prefabricados para convertirse en una realidad empírica.

 

Y ahora para los tres. El día de Reyes es el de la Ilusión, ¿podría ser un cupón de la ONCE? Tranquilos que  no pasa nada si no toca, porque la otra cara del cupón siempre toca, ya sabéis a que me refiero, a la parte de inversión social.

 

Arturo San Román. Experto en Comunicación Social.

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